lunes, 24 de diciembre de 2012

El comunismo está muerto...dejen el cadáver tranquilo...


Los  modelos de  Estado  basados en  los planteamientos  leninistas desde 1989 demostraron su poca  viabilidad,  el  fracaso en la  consecución de  sus objetivos fundacionales, como en la  posibilidad de ser  sostenibles,  hicieron que muchos descreyeran en los  objetivos y mecanismos del comunismo. Así mismo el  marco creado por la guerra  fría y todos los instrumentos  ideológicos que sirvieron a un  bando y  otro para mantener el  control de sus  respectivas  sociedad,  hicieron que se viera la caída y transformación de los estados  comunistas  como una  derrota militar. Desde  esa  perspectiva surgió la pregunta ¿qué va  a  pasar  con el  comunismo en  los  estados democráticos? muchos  hablaron de su  fin y su  poca  viabilidad para sostenerse, y  voces  como las de  Fukuyama hablaron de su  extinción. 
Sin embargo con la aparición de  movimientos como  "los indignados" en  España y sus  replicas en  diferentes partes del mundo y la  capacidad mediática para difundirse, surge  de nuevo la pregunta que se  creyó  abandonada ¿el comunismo se murió? Pero  la  pregunta  no  solo se  debe  hacer desde los  "comunistas" sino también desde aquellos que  no lo fueron y lo combatieron desde sus  diferentes  posiciones. 

En  Ecce Comu,  Gianni Vattimo, ofrece un  panorama amplio  de los  caminos que  podría  tomar  el  comunismo, y  llega  a la  conclusión que los tiempos de las manifestaciones del comunismo del  siglo XX a  llegado a su  fin y s u reto es  leer  los  nuevos tiempos. Pero mientras en Europa  se hace un revisionismo en Latinoamérica pasa  todo lo contrario, basta  mirar los comentarios de  radio, prensa escrita y redes  sociales donde la  gente del  común  expresa sus  opiniones y se  puede percibir el   gran éxito de la educación anti -  comunista  dirigida por  Estados  Unidos  y  sus aliados,  durante los casi cincuenta  años de  guerra  fría que  vivió el  planeta. Parece que la  lección  fue  tan  bien  aprendida por tres generaciones de latinoamericanos, que  cuando se habla de  redistribución de la riqueza, a unos se les pone la  piel de  gallina, porque creen  que se está  hablando de expropiar, como  algunos  sistemas totalitarios disfrazados de democracias  lo hacen,  o cuando se  habla de "indices de  desigualdad" piensan que se esta  hablando de poner  en peligro  el modelo de libre  empresa como algunos sistemas democráticos disfrazan el  totalitarismo de las corporaciones  para "mantener el  negocio",  cuando  en realidad son estrategias planteadas desde  el mundo  capitalista  para  mantener  la sostenibilidad del sistema.

En  Latinoamérica, nuestra falta de  criterio y ausencia de disciplina  política, está permitiendo que nuestras decisiones se estén  volviendo anacrónicas y carentes de reflexión. Estamos volviendo  a los  tiempos de la independencia  de  España, corriendo el  gran  peligro que volvamos  a quedar  en  manos de un nuevo amo o  apretemos  fuertemente  nuestras cadenas al anterior, corremos el  riesgo que nos pase como  al  prisionero del  poema de Kahil  Gibran y no podamos  escapar porque definitivamente estamos hechizados por su artificioso encanto.

Estas  personas  también establecen que criticar el sistema político, o la  forma como  se toman  decisiones en torno a  problemas  álgidos, como negociaciones  con  grupos  terroristas, o sindicatos, es parte de una posición  blanda  que  abraza  a los comunistas y  les  está  permitiendo apoderarse con  todo.

Pero  también  hay  especímenes no menos radicales y  no  menos reactivos que establecen  que cualquier  comentario a  favor del  sistema es una  traición de  clase contra los ideales del poder  del  pueblo.

A  ese  tipo de personas les  comento, El  comunismo está  muerto!!! esta muerto y  ya!!! dejen  el  cadáver  tranquilo....!!!!

Aprendimos  tan  bien la  lección de los  imperios  que no hemos  podido  pensar  por  nuestra  cuenta, no hemos  podido darle  la espalda al  norte,  ni hemos podido  borrar  el  recuerdo tan  cómodo,  de  cuando  habían  enemigos y amigos, que de lado y lado podían eliminarse, y se consideraban  bajas razonables. James  Bond, los  superamigos y  las escuelas nos  enseñaron que  no debíamos confiar  en todo  aquello que se  vistiera  de  rojo, y  por el  otro lado  los intelectuales y personas que buscaban un  cambio vieron en el  comunismo y  la desconfianza al discurso del  sistema su mejor  bandera para vivir, su  Ethos... ahora  buscamos esa  comodidad en este   momento de  crisis, pero surge  la pregunta, ¿donde  están  los  amigos  y donde están  los  enemigos? y  seguimos buscando las  respuestas  en el  Norte.

Pero  el  exultante optimismo con el  que recibieron los liberales  la  caída  del  régimen  en la  Alemania  democrática y  en la URSS, parece que  cegó a  latinoamerica  y   amigos y  enemigos,  no pudieron ver  con claridad que se estaba re - acomodando el mundo, y  nos  contentamos con  apretar   un poquito  más  la  cadena al imperio emergente,  aun a  sabiendas  que las  reglas de juego  estaban  cambiando.

En  latinoamerica,   la  Guerra  Fría nunca  cesó, y  como  nos  sucedió en el proceso de independencia,  es como  si nunca nos  hubieramos  enterado que los  grandes  discursos  fundacionales se habian  convertido  en fábulas  para  niños, no  nos  hemos  dado  cuenta que los miedos  antiguos ahora  son parte de una  aterradora pero ficticia obra de  terror. Los  nuevos  peligros igual  que al inicio de la edad contemporanea,  ya  no se pueden  explicar con lobos y príncipes valientes. Pero existen personas que  quieren hacerlo y  buscan comunistas y  capitalistas en  un mundo hay  corporaciones y  medios de comunicación.

Las  antiguas  fábulas que  se están  extinguiendo en el mundo,   aquí se  fortalecen y  reverdecen, estamos en los  tiempos de  Gutierrez  Girardot, no tenemos  el  carácter  ni la  intención de  cambiar la situación, porque  las  fábulas de la  Guerra  Fría,  permiten  justificar nuestra guerra, nuestra apatía, nuestra  macabra danza de la muerte, y sobretodo  la  posibilidad de odiar lo  otro como una forma de  sobrevivir cuando no hay  forma de enfrentarse  al  gran poder.

miércoles, 13 de febrero de 2008

REGLAS DE JUEGO

Aprovechando que es un anarquista la excusa perfecta para unirnos de nuevo en un espacio de discusión, pienso que la unica regla será la originalidad y la sinceridad a la hora de opinar y sentar posición.

Comencemos con este texto, y retemos lo que hemos aprendido de Nietzsche para controvertirlo y propongamos nuevos textos.

Un abrazo para todos y espero que podamos generar algo realmente creativo.

domingo, 10 de febrero de 2008

Mientras Jaime establece las reglas generales sobre las entradas que publicaremos aquí y los textos que discutiremos, parto del texto "12 pruebas de la inexistencia de Dios" escrito por Sebastian Faure, aprovechandome de una conversacion que tuve con luifer por messenger hace como semana y media.

Como el texto es algo largo, se publicara por partes. Esta semana: La introduccion.
Parte I

INTRODUCCIÓN

Dentro de los teóricos del anarquismo, Sebastián Faure (1852-1942) destaca más como difusor de las ideas anarquistas que como un pensador original. Se pueden recordar como obras famosas suyas La Doleur universelle, Philosophie libertarire (“El dolor universal”, “Filosofía libertaria”), de 1895; Mon communisme (“Mi comunismo”), de 1922, y La Syntesèse anarchiste (“La síntesis anarquista”), de 1928.

Presentemos ahora, sin embargo, algunos textos de Faure en los que, defendiendo la postura atea, entra en polémica con el pensamiento creyente o teísta. Las Doce pruebas de la inexistencia de Dios han quedado completadas por algunos artículos de su famosa Enciclopedia anarquista, comenzada en 1926, que pueden situar su ateismo dentro de una critica más amplia a la sociedad capitalista, a la religión y a toda autoridad.

La originalidad y el acierto de Faure en el planteamiento de las Doce pruebas es que no identifica el ateismo con la postura científica, reconociendo desde el principio la limitación de las ciencias para resolver, al menos de momento, los grandes enigmas que han provocado la postura religiosa. Tampoco es al Dios puramente filosófico (una especie de Motor inmóvil de Aristóteles, o de la trascendencia de Jaspers) al que se dispone a combatir Faure, sino al Dios vivo de las religiones, al Dios al que adoran y rezan los creyentes.

También es original, dentro de la literatura atea del XIX y XX, que se ataque no solo al origen y función social de la religión (como hace el marxismo, el anarquismo en general y, hasta cierto punto, también la corriente freudiana), sino la misma base racional, sobre la que intentan apoyar sus creencias las religiones.

Comentemos ahora brevemente los diversos argumentos que nos ofrece Faure para negar la existencia de Dios.

Tal vez puedan parecer débiles las razones contra el Dios creador: el mismo termino es incomprensible, que nadie (ningún hombre) es capaz de crear algo, que de la nada no puede salir nada... Pero hay que convenir en que la misma tradición del lenguaje nos ha acostumbrado a atribuir una realidad a unos términos, meramente por su uso repetido durante siglos. Así ocurría en la Edad Media con las brujas y los demonios, y así ocurre en la actualidad con los extraterrestres y sus excursiones por nuestro planeta. Lo mismo pasa, según Faure, con el termino “crear”; a la fuerza de tanto repetirlo, hemos llegado a considerar que tiene algún cometido. Es curioso observar que los filósofos griegos, incluso los que admitían una cierta divinidad, como Platón, Aristóteles o Plotino, consideraron siempre como absurda la posibilidad misma de creación.

Faure pretende sacudir esa creencia en la creación sin invocarlas leyes físicas (como la conservación de la energía), pues su propósito declarado es el de no extrapolar la ciencia. Tal vez si hubiera vivido hasta 1948 (cuando los astrónomos Bondi, Gold, y Hoyle lanzan la teoría de “la creación continua”), hubiera podido formular su primer argumento de otro modo: Se puede incluso admitir la creación sin ningún Dios que cree. El poder creador es una facultad de la materia misma.

Espera la Parte II......proximamente